Por Alejandro San Martín
Por primera vez en la historia de la Administración de Parques Nacionales (APN), una mujer está al frente del organismo. Patricia Gandini sorteó la inicial desconfianza de algunos por cuestión de género e impuso una dinámica que permitió extender las áreas protegidas hacia el Mar Argentino.
Patricia
Gandini dedicó toda su vida profesional a estudiar la vida del mar,
como bióloga marina que es, y el destino la puso al frente de la
Administración de Parques Nacionales (APN), donde pudo cumplir su sueño
de llevar las áreas protegidas hacia la inmensidad de Océano.
La creación de tres Parques Marinos por parte de la APN, bajo la administración de Gandini, trajo aparejado el reconocimiento internacional por parte de la Organización Mundial para la Conservación (WWF por sus siglas en inglés), que otorgó a la funcionaria el premio, “Leaders for the living planets”, en el marco de la X Conferencia de las Partes de la Convención de la Diversidad Biológica que se realizó el año pasado en Japón.
El sueño de la titular de la APN hecho realidad le aportó al país unas 400.000 hectáreas protegidas y la preservación de las riquezas del 1,18 por ciento del total del Mar Argentino.
“Tuve la suerte de recibir ese premio que me lo dieron porque soy conocida en el ámbito de la conservación marina. Muchas Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) me propiciaron como receptora de ese premio, pero yo no creo que es una cuestión de capacidad personal, sino por la posibilidad de estar en el lugar donde estoy”, dijo a Télam tras una larga charla donde se trataron diversos temas referentes a la APN (ver notas aparte e el suplemento Turismo y Parques Nacionales).
Su condición de mujer no fue obstáculo, si no todo lo contrario, para llevar adelante su gestión porque, como confió a Télam, su ingreso a Parques Nacionales no fue una cuestión política.
“Lo fundamental fue que yo acá ingresé como técnica y no como política, entonces ya vine con un backround de conocimiento que era difícil discutir. Tenía ya un perfil que era mucho más fácil de asimilar, por decir de alguna manera, que si hubiera sido una paracaidista o una puntera que me ponen acá a dirigir una institución”, dijo.
Reconoció, eso si, que no fue fácil, aunque también señaló que nunca sintió una “discriminación abierta” en una institución que en el imaginario popular se presenta como un ambiente machista, a pesar de que son muchas las mujeres que se desempeñan en parte de las 38 áreas protegidas del país.
Una anécdota refleja la desconfianza que todavía existe en algunos sectores cuando se encuentran frente a una mujer con capacidad de mando.
“Cuando creamos el primer parque marino, tuve que ir a discutir con la gente de la secretaria de pesca provincial y la primera pregunta que me hicieron fue si me había subido a un barco. Le contesté que no solamente me había subido a barcos de todo tipo, sino que además lo hice cuando tenía 6 meses de embarazo. No solo tenía la experiencia de haberlo hecho como cualquier ’hombre de mar’ sino que lo había hecho siendo bien mujer”, expresó.
“La discriminación se siente, pero creo que el mensaje que da este gobierno es que la cuestión de genero no tiene que ver con la gestión, sino que es algo psicológico. Yo siempre digo que con Néstor fui primero vocal y después vicepresidenta de Parques; la que me nombró presidenta fue Cristina, entonces digo que tengo el orgullo de ser nombrada presidenta por la primera Presidenta elegida por el voto popular en estos jóvenes 35 años de democracia ininterrumpida”, destacó.
Aunque se siente agradecida por poder estar en un lugar “donde siento como la gestión se liga directamente con el conocimiento”, Patricia Gandini tiene cierta nostalgia por los temas específicos de la conservación, fuera de los trámites administrativos a que se ve obligada por su cargo al frente de la institución.
“Invertí muchos años de mi vida en formarme en todo esto, y ahora la gestión diaria me lleva a agregar a mi trabajo una serie de cuestiones como las audiencias y reuniones programadas, la revisión y firma de expedientes de todo tipo, los concursos para el personal, la situación cotidiana en todos los parques, y estos desafíos son apasionantes porque una vá incorporando un montón de cosas nuevas; pero siempre me gusta reservar el espacio necesario para dedicarme al análisis de los grandes temas de la conservación”, agregó.
A pesar de esta agenda, Gandini, que se recibió de bióloga marina en la Universidad de Buenos Aires y obtuvo un doctorado en la Universidad de Washington, se hace su tiempo para continuar con su labor docente y el manejo de una maestría en la Universidad Nacional de la Patagonia y para ocuparse de sus dos hijos.
Al final de la entrevista, Patricia Gandini tuvo un reconocimiento especial hacia el actual ministro de Turismo de la Nación, Enrique Meyer, “que fue quien se fijó en mí, y confió en la capacidad de gestión de una joven profesional que trabajaba en el lejano Puerto Deseado”.
La creación de tres Parques Marinos por parte de la APN, bajo la administración de Gandini, trajo aparejado el reconocimiento internacional por parte de la Organización Mundial para la Conservación (WWF por sus siglas en inglés), que otorgó a la funcionaria el premio, “Leaders for the living planets”, en el marco de la X Conferencia de las Partes de la Convención de la Diversidad Biológica que se realizó el año pasado en Japón.
El sueño de la titular de la APN hecho realidad le aportó al país unas 400.000 hectáreas protegidas y la preservación de las riquezas del 1,18 por ciento del total del Mar Argentino.
“Tuve la suerte de recibir ese premio que me lo dieron porque soy conocida en el ámbito de la conservación marina. Muchas Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) me propiciaron como receptora de ese premio, pero yo no creo que es una cuestión de capacidad personal, sino por la posibilidad de estar en el lugar donde estoy”, dijo a Télam tras una larga charla donde se trataron diversos temas referentes a la APN (ver notas aparte e el suplemento Turismo y Parques Nacionales).
Su condición de mujer no fue obstáculo, si no todo lo contrario, para llevar adelante su gestión porque, como confió a Télam, su ingreso a Parques Nacionales no fue una cuestión política.
“Lo fundamental fue que yo acá ingresé como técnica y no como política, entonces ya vine con un backround de conocimiento que era difícil discutir. Tenía ya un perfil que era mucho más fácil de asimilar, por decir de alguna manera, que si hubiera sido una paracaidista o una puntera que me ponen acá a dirigir una institución”, dijo.
Reconoció, eso si, que no fue fácil, aunque también señaló que nunca sintió una “discriminación abierta” en una institución que en el imaginario popular se presenta como un ambiente machista, a pesar de que son muchas las mujeres que se desempeñan en parte de las 38 áreas protegidas del país.
Una anécdota refleja la desconfianza que todavía existe en algunos sectores cuando se encuentran frente a una mujer con capacidad de mando.
“Cuando creamos el primer parque marino, tuve que ir a discutir con la gente de la secretaria de pesca provincial y la primera pregunta que me hicieron fue si me había subido a un barco. Le contesté que no solamente me había subido a barcos de todo tipo, sino que además lo hice cuando tenía 6 meses de embarazo. No solo tenía la experiencia de haberlo hecho como cualquier ’hombre de mar’ sino que lo había hecho siendo bien mujer”, expresó.
“La discriminación se siente, pero creo que el mensaje que da este gobierno es que la cuestión de genero no tiene que ver con la gestión, sino que es algo psicológico. Yo siempre digo que con Néstor fui primero vocal y después vicepresidenta de Parques; la que me nombró presidenta fue Cristina, entonces digo que tengo el orgullo de ser nombrada presidenta por la primera Presidenta elegida por el voto popular en estos jóvenes 35 años de democracia ininterrumpida”, destacó.
Aunque se siente agradecida por poder estar en un lugar “donde siento como la gestión se liga directamente con el conocimiento”, Patricia Gandini tiene cierta nostalgia por los temas específicos de la conservación, fuera de los trámites administrativos a que se ve obligada por su cargo al frente de la institución.
“Invertí muchos años de mi vida en formarme en todo esto, y ahora la gestión diaria me lleva a agregar a mi trabajo una serie de cuestiones como las audiencias y reuniones programadas, la revisión y firma de expedientes de todo tipo, los concursos para el personal, la situación cotidiana en todos los parques, y estos desafíos son apasionantes porque una vá incorporando un montón de cosas nuevas; pero siempre me gusta reservar el espacio necesario para dedicarme al análisis de los grandes temas de la conservación”, agregó.
A pesar de esta agenda, Gandini, que se recibió de bióloga marina en la Universidad de Buenos Aires y obtuvo un doctorado en la Universidad de Washington, se hace su tiempo para continuar con su labor docente y el manejo de una maestría en la Universidad Nacional de la Patagonia y para ocuparse de sus dos hijos.
Al final de la entrevista, Patricia Gandini tuvo un reconocimiento especial hacia el actual ministro de Turismo de la Nación, Enrique Meyer, “que fue quien se fijó en mí, y confió en la capacidad de gestión de una joven profesional que trabajaba en el lejano Puerto Deseado”.
Fuente: TELAM
Por Julián
Varsavsky
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