Si existiera una versión local del libro de récords Guinness, tristemente se adjudicaría al vandalismo el mayor caso de roturas de vidrios de un edificio público: nada menos que 96 en el Jardín de Infantes nº 58 del barrio Rotary 23, y en una sola noche.
El vandalismo se ensañó con el Jardín de Infantes Nº 58 del barrio Rotary 23.
El hecho causó la indignación y repulsa de la comunidad cuando ayer se tuvo conocimiento público del mismo, sobre todo porque los inadaptados se ensañaron con un establecimiento educativo que fue inaugurado a principios del ciclo lectivo 2010 y todo hace pensar que lo hicieron por mera diversión.
El flamante edificio está ubicado en la zona nueva del populoso y creciente barrio Rotary 23, hacia el extremo suroeste del ejido urbano caletense, y de acuerdo a los datos obtenidos por Diario Patagónico los destrozos del casi un centenar de ventanas, tanto en la parte baja como en la alta, se produjeron en las últimas horas del sábado. Se estima que sus autores fueron menores de edad, en un grupo muy numeroso, quienes actuaron en contados minutos y escaparon inmediatamente.
Ello se deduce porque, de acuerdo a lo que hicieron saber autoridades educativas, el edificio posee alarma y cuando llegó personal del servicio contratado al recibir el alerta en su central, nadie se hallaba en las inmediaciones y se alertó a la comisaría de esa jurisdicción, la Seccional Quinta.
A la mañana siguiente, personal policial realizó una verificación ocular y consultó a algunos vecinos de las inmediaciones, pero todos dijeron no haber visto ni escuchado nada, por lo cual a las autoridades de esa dependencia les quedó una sensación de falta de compromiso.
INDIGNACION
De hecho, la directora Regional Zona Norte del Consejo Provincial de Educación, Susana Gaete, estaba indignada ya que reponer todos los vidrios --tarea que se inició el lunes-- insumirá una elevada y no precisada cantidad de dinero por el material y la mano de obra.
Pero además resulta un contrasentido que en otro establecimiento educativo de ese mismo barrio se esté implementando el programa de escuelas de verano para dar contención a los chicos, mientras un grupo de vándalos causa destrozos en el nuevo edificio.
Su enojo también se potenciaba porque, a fin de dar respuestas a la comunidad, hace pocas semanas firmó con el municipio un acuerdo para financiar la refacción y ampliación de otras escuelas en diferentes barrios, mientras que algunos padres no les inculcan a sus hijos el respeto por este tipo de edificios.
Cabe señalar que el Jardín 58 es lindante a otro establecimiento de reciente construcción, la Escuela de EGB Nº 88, a la cual no se le rompió ningún vidrio.
Pero ello se debe a que en su momento las autoridades de ese establecimiento tomaron las precauciones del caso ya que muchos de sus ventanales están cubiertos por mallas metálicas.